Un partido amistoso, realmente amistoso

El equipo puso sus ojos en Cabo de Gata. Se trataba de un lugar conocido por muchos de los integrantes, que ya andaban enamorados de sus playas, su sol y, naturalmente, de sus chiringuitos. A través del área de Deportes del Ayuntamiento de Almería se pudo contactar con el Atlético Cabo de Gata, su alma gemela balompédica. Desde esa fecha los dos clubes se reúnen el primer domingo de julio en San Miguel de Cabo de Gata para el partido de ida y el primer domingo de agosto para el partido de vuelta, unas veces en Guadix y otras en Purullena. Este año los dos enfrentamientos fueron el 7 de julio y el 5 de agosto en el Polideportivo Municipal de Guadix.

A lo largo de un cuarto de siglo los dos equipos han podido intercambiar entre sí los paisajes de la costa almeriense con el sabor de un melocotón duro y frío recién sacado de una poza del río Fardes o el placer de degustar un choto al ajillo en una cueva en la que los almerienses se congelaban en pleno mes de agosto, porque de fútbol no solo vive el hombre,...ni la mujer.

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Lo que se puede considerar anecdótico es la esencia del torneo en el que el concepto de partido amistoso cobra todo su sentido. No sabemos cuál de los equipos ha ganado más partidos de los 50 disputados hasta el momento y a ambos contendientes les da igual: «ya que lo que celebramos no son las victorias, celebramos la amistad con alegría y camaradería, por eso podemos decir que tanto el Taller Alemán y el Atlético Cabo de Gata son algo más que un club», aseguran desde el equipo de Purullena.