La barbarie terrorista de ayer en la Rambla de Barcelona ha segado la vida de al menos trece personas. A expensas de confirmar más datos, uno de ellos Francisco López Rodríguez (57 años), era un emigrante granadino, natural de Lanteira, que en ese momento paseaba por la céntrica calle de Barcelona junto a su esposa, Roser, gravemente herida y que estaba previsto que la operaran esta mañana, según ha adelantado a este periódico el alcalde de Lanteira, Jesús Villalba Navas. También ha muerto el hijo de tres años de una sobrina de su mujer.
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Francisco, que regresaba a Lanteira puntualmente con motivo de las vacaciones, mantiene familia en Lanteira. Al parecer, según explica el primer edil, trasladaron su residencia a Barcelona hace ya varias décadas. Era tornero fresador y residía en el municipio de Rubí, donde viven otros granadinos emigrados a Cataluña.
La corporación local de Lanteira tiene previsto concentrarse al mediodía a las puertas del Ayuntamiento, que ha convocado un pleno de urgencia a las 13:00 horas para condenar lo ocurrido. Las banderas ya ondean a media asta y se han decretado tres días de luto oficial.
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